viernes, 22 de noviembre de 2024

Circular cumbres occidentales de Alaitz

Amuebladas las ideas para un finde de montaña, a punto de empezar.. el tema se tuerce, porque esto no sería una aventura si todo saldría perfecto aunque tampoco estaría mal por una vez 😃 y parece que el plan queda reducido a quizá tan solo el domingo. Aunque está por ver.
Pasado un bonito día de cielo azul con ambiente veraniego, cuando todos sus colores se han apagado, el plan toma forma en el último instante. Cómo destino los montes de al lado de casa, que tan cerca están siempre y tan poco caso se les hace. Hora de la cita, la marcan los rayos del sol y cuándo la mochila está preparada, es momento de bajar la persiana baja temprano.

Fresquito y horas oscuras es lo primero que me encuentro nada más abrir los ojos, pero la mayor sorpresa estaba por llegar al asomarse a la ventana.. y verlo todo GRIS. De primeras parece "malo", aunque da sensación de haber "gato encerrau" y uno se va al lío 😜.
Sin un alma todavía por las calles, me dirijo a la Sª de Alaitz, al pueblito de la "famosa" PEÑA y al mismo tiempo que salgo de la cuenca, lo hago de la escena gris. De nuevo se pinta un bonito día de cielo azul y tras ponerme las botas en Unzue.. hacia las pequeñas alturas.
Dejando atrás la civilización y "el reino de las nieblas; voy sacando el fresquito
 mañanero por caminos y sendas de las faldas de San Bernabé y Peña del Abrigo ...
... hasta tocar a las puertas de Peñartea y presentarse delante
 una colorida "selva". Pasándome como el rayo unos corredores,
bajo la alargada cumbre de Orrontz continuo tras su estela ...
... peleando a ratos con bojes y hayas combinando con otros de sacar
las dotes de orientación, y no parando ni por un instante de ganar
 altura por las laderas orientales de la agujereada sierra "cuenquera" ...
... acabo en los rasos de Carrascal, sumido en un ambiente otoñal.
Apuntando a las alturas, subo una primera rampa sin tregua
 por el hayedo y manteniendo la dirección 
pero con menos esfuerzo
 sigo un pasillo entre bojes de la soleada vertiente ...
... coronando la cima del Carrascal (1125 m).
Tan solo una fría brisa como compañía, invitan a por lo menos
 deleitarse unos instantes. El "mar" domina en la cuenca de
 Pamplona, pero algunos "islotes" emergen de él. La Sª del Perdón ...
... Sarbil y Andia difuminadas, el dúo Txurregi-Gaztelu , otras tantas
  cimas de la cuenca y cuando en el otear se van disipando las nubes ...
... el pirineo se vuelve protagonista para poner la guinda.
Manos a la obra de nuevo, voy surcando el cordal con algún
 resbaladizo y breve baja-sube al lado sombrío del monte ...
... llegando en un abrir y cerrar de ojos
 a la cima de Alaitz (1171 m)
Foto de cima en Alaitz (1171 m)

Con poco que disfrutar ahí arriba, retomo la marcha sin dilación. Bajo
  "sin frenos" en primera instancia rumbo S por los salvajes parajes de
 Alaitz y continuando por parte del abandonado sendero micologico,
marco como destino la inconfundible Peña Unzue ...
... hasta caer a la recóndita borda Lepuzain.  Sin demasiado que saborear, ni paro y tomando el camino de Etxague, en paralelo al cordal que hace rato me ha hecho caminar por encima de las nubes, alcanzo casi el último de los "gigantes de hierro" ...
... en las mismas faldas de la Peña Unzue. El final se siente cerca
 y que el lugar es popular también, lo que me hace pasar de subir..
han sido muchas ya y directamente, a toda "mecha", bordeo la mole
 rocosa y pongo punto final a una vuelta por los paraísos de casa.
Ós

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